jueves, 21 de julio de 2011

Baja California Sur

Los Cabos 


El Mar de Cortés es uno de los más abundantes en especies marinas del planeta. Algunos especialistas suelen llamar a los mares de Baja California Sur la "trampa de peces natural más grande del planeta". Varios promotores han denominado a la zona de Los Cabos "la capital mundial del marlín" es el área de Cabo del Este, ubicada cerca del Trópico de Cáncer, a 120 kilómetros de La Paz y a 97 de San José del Cabo. 


Muchos se embarcan en la capital del Estado para dirigirse hacia rumbo a Cabo del Este, Espíritu Santo, Cerralvo, Cabo Pulmo y el Parque Marino Nacional.




La Paz

En el nombre lleva la penitencia, si así se le puede considerar a la personalidad serena de esta ciudad frente al Mar de Cortés. El vaivén calmo de las olas, la sencillez de sus habitantes y el aire que acaricia en cada atardecer señalan, sin dudar, de que se trata de La Paz. 

El encanto de la capital sudcaliforniana vive en sus playas, de hecho por el ritmo de las aguas, se le bautizó con ese nombre.

Que conocer además de las playas: Acuario de las Californias, Catedral de Nuestra Señora de La Paz, Jardín Velasco, Mural de Wyland, Museo Regional de Antropología e Historia, Serpentario de La Paz, Carnaval de La Paz en febrero y el arribo de la ballena gris de diciembre a marzo. 



Todos Santos y Los Barriles

Todos Santos es un pueblo mágico, no por denominación, pero su tierra lo transpira. Sobre sus caminos, los cardones y los sahuaros abren sus brazos espinosos, al fondo aparece un caserío color pastel y más allá el mar con sus olas empinadas.

A pesar de ser desierto, por ubicarse en el Trópico de Cáncer en Todos Santos la temperatura aminora hasta 10 grados centígrados en comparación con La Paz y Los Cabos, donde las temperaturas alcanzan los 40. 

En la región del Cabo Este se encuentra Barriles, un pueblito costeño, turístico. Si te cae la noche, a pocos kilómetros de El Triunfo te puedes alojar en una cabañita frente a la playa. El pueblito conserva la tranquilidad de las hamacas en los pórticos y el silencio de la hora de la siesta. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario